En un entorno laboral hay que garantizar la seguridad y la salud de todos los trabajadores. Sea cual sea su condición y su puesto de trabajo. En este sentido, las adaptaciones en prevención de riesgos para trabajadores con discapacidad son especialmente importantes. Las condiciones de trabajo y las medidas concretas para prevenir riesgos deben adaptarse a este tipo de trabajadores especialmente sensibles.
Las empresas deben entender que la discapacidad no es una limitación insalvable. La legislación vigente obliga a tomar las medidas adecuadas para conseguir un puesto de trabajo seguro e inclusivo.
Identificar los riesgos específicos para trabajadores con discapacidad
El primer paso para crear un entorno seguro es identificar los riesgos concretos que puedan afectar a los trabajadores con discapacidad. Para ello no hay que olvidar que cada tipo de discapacidad puede llevar asociado riesgos laborales distintos.
Por eso hay que comenzar siempre con una evaluación exhaustiva en cada puesto de trabajo. En especial aquellos que van a desempeñar las personas con discapacidad.
Estas auditorías deben analizar cada uno de los puestos de trabajo. Siempre teniendo en cuenta el tipo de discapacidad: motora, sensorial o cognitiva del trabajador.
Otro paso importante para profundizar en la prevención de riesgos laborales para personas con discapacidad es la realización de los adecuados cursos de prevención de riesgos.
Otras medidas y estrategias de adaptación y medidas preventivas
En función del tipo de discapacidad y de un análisis profundo de cada uno de los puestos las medidas a adoptar pueden ser diversas.
Adaptando el entorno físico
En el caso de los trabajadores con discapacidad hay que cuidar el entorno físico y adaptarlo a sus necesidades concretas.
Esto puede traducirse en la instalación de rampas y ascensores de acceso a las distintas áreas de trabajo. Hay que crear espacios de trabajo amplios y baños adaptados para sillas de ruedas. En general serán necesarios unos puestos de trabajo con mobiliario que pueda ajustarse a distintas alturas, por ejemplo.
La comunicación y señalización
Otro de los puntos importantes que hay que cuidar es la comunicación y la señalización de los puestos de trabajo. Sobre todo, en aquellos puntos donde pudiera darse un peligro para la integridad física del trabajador. En especial en el caso de trabajadores con una discapacidad auditiva o visual.
Con señales auditivas y visuales que combinen sonido y luz, letreros en lenguaje braille o implantando sistemas de comunicación alternativos.
La formación es fundamental
La realización de formación específica en prevención de riesgos para trabajadores con discapacidad es uno de los puntos importantes. Se trata de darles las herramientas adecuadas para que aumente su seguridad y su capacidad de autoprotección.
No debe ser una formación que se centre sólo en ellos. También es adecuado que el resto de los trabajadores sin discapacidad entiendan y se conciencien de la necesidad de ayudar a sus compañeros. Se conseguirán así un entorno seguro para todos.
Esta formación debe estar personalizada y adaptada a cada tipo de discapacidad. Es bueno que sea lo más práctica posible y actualizada continuamente incorporando nuevos riesgos y situaciones de peligro que puedan aparecer.
La prevención de riesgos laborales para personas con discapacidad puede mejorarse con una buena formación y concienciación de todos los trabajadores y adaptando cada puesto.