La electricidad constituye una fuente de riesgos importante para los trabajadores cuyas tareas impliquen el contacto directo o indirecto con instalaciones eléctricas. En estos casos es fundamental asegurarse de que los trabajos se realizan cuando no hay corriente eléctrica o tensión, ya que de esta manera eliminamos prácticamente todos los riesgos de electricidad. Te contamos los cinco pasos que hay que seguir en estos casos, conocidos popularmente como las cinco reglas de oro de la seguridad eléctrica.
Pero antes, veamos qué establece la legislación vigente de prevención de riesgos laborales al respecto. En el RD 614/2001 se establece que se debe elaborar una guía técnica para la evaluación de riesgos eléctricos y se prevención en trabajos que tenga lugar en instalaciones eléctricas o sus inmediaciones. Además, el empresario debe adoptar todas las medidas necesarias para minimizar los riesgos, así como ofrecer a sus empleados formación específica como cursos en PRL de electricidad.
1. Desconectar la instalación y todos los equipos eléctricos
Antes de comenzar ningún trabajo que suponga estar en contacto con una instalación que utilice energía eléctrica es fundamental cortar la corriente para dejarla sin tensión. Hay que prestar atención a los siguientes elementos:
- Grupos electrógenos
- Generadores
- Sistemas de alimentación ininterrumpida
- Baterías de condensadores
En equipos antiguos es posible ver como los contactos están lo suficientemente separados como para garantizar el aislamiento, es lo que conocemos como corte visible. Mientras que los aparatos modernos incluyen indicadores que avisan de la posición de los contactos, es lo que llamamos corte efectivo.
2. Evitar cualquier posible realimentación
Los dispositivos que se usen para hacer la desconexión deben evitar cualquier posible reconexión, de lo contrario nos arriesgamos a que la tensión pueda producir daños. Estas son algunas de las acciones que pueden llevarse a cabo:
- Usar medios mecánicos como candados para evitar una re-conexión por una tercera persona.
- Eliminar la alimentación de telemandos.
- Señalizar que se están llevando a cabo trabajos eléctricos.
- Informar a los trabajadores del corte de electricidad.
3. Comprobar que no hay tensión
Hasta que no se haya comprobado fehacientemente, no se debe considerar que se ha realizado un corte efectivo de electricidad. Para ello es recomendable usar un voltímetro que asegure de manera científica la ausencia de tensión en la instalación.
4. Cortocircuitar y poner a tierra la instalación.
Además de comprobar que no hay contacto con la corriente, es necesario hacer un cortocircuito y poner a tierra el equipo para que en caso de realimentación accidental el trabajador esté libre de sufrir una descarga.
Los dispositivos de puesta a tierra que se usen tienen que soportar la intensidad máxima de defecto trifásico del punto de la instalación donde se coloquen para cumplir con las medidas de seguridad. Además, es aconsejable poner cuatro juegos de puentes de cortocircuito y puesta a tierra.
5. Señalizar y proteger la zona de trabajo.
Con el fin no solo de proteger a los trabajadores que estén manipulando instalaciones eléctricas, sino también al resto de los empleados, hay que usar señalización que delimite la zona afectada. Para ello se pueden usar vallas, conos o cualquier otro dispositivos similar.
Por último y no menos importante, aunque no esté incluido en las reglas de oro, no hay que olvidar nunca el uso de equipos de protección específicos que garanticen la seguridad de los trabajadores de este sector en todo momento.