Los riesgos del trabajo solitario y cómo minimizarlos

En muchos sectores laborales trabajar solo es una necesidad. Por las características de la empresa o del puesto de trabajo en concreto muchos trabajadores desarrollan su jornada laboral en soledad. Esto implica una serie de riesgos asociados al trabajo en solitario; la prevención y planificación son claves para solucionar este problema.

En muchos casos hablamos de actividades laborales en espacios confinados y reducidos. También hay que mencionar trabajos en los que se realizan tareas de forma aislada y en solitario sin supervisión directa. Y por supuesto no podemos olvidar los puestos en los que se desarrolla teletrabajo, cada día más habituales.

Si bien el trabajo en solitario ofrece cierta flexibilidad y es cada día más habitual también implica una serie de riesgos importantes. Pueden surgir problemas que afecten a la salud y seguridad del trabajador y también a su bienestar psicológico.

Entre los principales problemas se encuentran los riesgos psicosociales, los riesgos de seguridad y los problemas relacionados con el sedentarismo laboral. Estas situaciones pueden derivar en lesiones y problemas de salud mental a largo plazo.

Si la situación de aislamiento laboral es prolongada incluso puede dar lugar a presentar síntomas de estrés laboral.

Como ves los riesgos laborales por trabajos en solitario son numerosos.

La legislación española en prevención de riesgos laborales establece la necesidad de poner medidas a estas situaciones.

Riesgos psicosociales y estrés en el trabajo solitario

Entre los principales riesgos del trabajo en solitario tienen un lugar destacado los riesgos psicosociales.

Es normal que surja el sentimiento de soledad. Esto deriva en un aislamiento social en la empresa y una sensación de falta de apoyo si surge algún problema.

Estas situaciones se asocian a la aparición del estrés y la ansiedad y suele afectar negativamente a la productividad del trabajador. Es normal que el trabajador en cuestión sienta una desconexión con la empresa y los objetivos de la compañía.

Los riesgos psicosociales suelen incrementarse en trabajos donde el aislamiento es prolongado y no existen medios de comunicación directos y eficientes.

Imaginemos un empleado que trabaja en solitario y que durante toda su jornada no habla con nadie de la empresa. Es normal que tenga la sensación de que si tiene un problema nadie podrá ayudarle.

Si esta incomunicación se prolonga durante muchos días es totalmente comprensible que surja la sensación de que no hay nadie al otro lado.

En estos casos, la implementación de sistemas de comunicación y soporte emocional es esencial. Sirven para reducir el impacto de estos riesgos y fomentar un ambiente laboral más saludable.

Los riesgos del trabajo en solitario: problemas físicos y de seguridad

Además de los problemas psicológicos, el trabajo en solitario implica riesgos específicos en cuanto a la seguridad física.

Por poner un ejemplo, podemos hablar de trabajos en los que se maneja maquinaria o ciertas herramientas. En este tipo de puestos laborales podría haber un accidente. Y si no hay nadie al lado para poder ayudar e intervenir o dar la voz de alarma, el problema será mayor.

Aumenta el riesgo de caída por ejemplo. Esto puede dar lugar a lesiones graves o a un accidente en caso de mal funcionamiento de la maquinaria.

En situaciones donde el empleado debe trabajar en alturas, la falta de supervisión incrementa la posibilidad de un accidente. Y aumenta la gravedad de las consecuencias en accidentes como una caída desde altura.

Si hay una caída o un accidente de este tipo, es fundamental actuar con rapidez para que acudan los servicios de emergencia. Si el trabajo se realiza en solitario esto será imposible y las consecuencias pueden ser nefastas.

El Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo establece la responsabilidad en cualquier situación de trabajo en solitario. El empresario debe garantizar medidas de seguridad que minimicen los riesgos derivados de este tipo de trabajo.

Esto incluye el uso de equipo de protección adecuado y la implementación de sistemas de alerta. Se trata de establecer las medidas de control y seguimiento que permitan actuar con rapidez ante cualquier problema. Sólo así se puede garantizar que el trabajador esté seguro en todo momento.

La importancia de tomar las precauciones adecuadas en el trabajo en solitario

Para reducir y minimizar los riesgos del trabajo en solitario hay que tomar las precauciones adecuadas. Y esto debe incorporarse al plan de prevención de riesgos laborales en la empresa. En este plan hay que incluir todas las medidas adaptadas a cada puesto de trabajo, también aquellos que se realizan en soledad.

Estas medidas deben ser específicas y ajustadas a los riesgos asociados a las tareas que cada trabajador realiza en solitario.

Entre algunas de las recomendaciones podemos señalar:

Hacer una evaluación de riesgos específicos

Antes de permitir que un trabajador realice tareas en solitario, es fundamental realizar una evaluación de riesgos específicos asociados a esas tareas.

De lo que se trata es de anticiparse a las situaciones peligrosas en el futuro. Para ello hay que contar con especialistas en el sector pero también escuchar mucho al trabajador y contar con su opinión.

Esto permitirá identificar cualquier riesgo de caída, y los problemas por trabajos en espacios confinados o el uso de maquinaria de cualquier tipo sin supervisión.

Instalar sistemas de alarma y comunicación

Otra de las posibles soluciones es instalar determinados sistemas técnicos de alarma y comunicación remotos. Son medidas especialmente útiles para trabajadores en solitario. En muchos casos son sistemas parecidos a los “llamadores” de las personas mayores.

Estos dispositivos permiten a los empleados pedir auxilio en caso de emergencia. Es la mejor manera de asegurar que puedan recibir ayuda rápidamente si surge algún problema.

Utilizar equipo de protección adecuado

En todos los puestos de trabajo es fundamental la utilización de los equipos de protección individual, los conocidos EPIS. Pero en el caso de trabajos en solitario es mucho más importante si cabe.

Son especialmente imprescindibles en aquellos que implican riesgos físicos como la caída desde altura o la exposición a sustancias peligrosas.

Un EPI adecuado protege al trabajador de posibles lesiones. En el caso de trabajar en soledad puede ser un salvavidas en muchas situaciones. Además es una obligación legal establecida en las normativas de seguridad e higiene.

Un buen entrenamiento en primeros auxilios

Hablamos del trabajo en soledad por lo que unos conocimientos básicos en primeros auxilios en caso de emergencia es una necesidad.

Se trata de enseñar a los trabajadores la forma adecuada de actuar ante un accidente. Incorporar una formación básica para poder hacer una primera intervención a tiempo puede salvar vidas.

Esto incluso en el caso de que el trabajador tenga que hacer un primer auxilio en su misma persona.

Prevención de riesgos psicosociales en situaciones de aislamiento

La prevención de riesgos psicosociales es importante en cualquier trabajo. Pero en el caso de los trabajos en solitario es más importante aún.

Está comprobado que la falta de interacción social afecta negativamente en la salud mental de los empleados.

Veamos algunas recomendaciones que pueden ayudar a reducir este tipo de riesgos.

Promover la comunicación

Las empresas deben facilitar la comunicación entre los trabajadores que lo hacen en solitario y sus supervisores o compañeros.

Puede ser una reunión frecuente para supervisar, una llamada telefónica o algún sistema de mensajería que permita mantener el contacto.

El objetivo es intentar reducir el sentimiento de soledad.

Poner en marcha programas de bienestar emocional

Cada vez son más las empresas que ponen en marcha programas de apoyo psicológico a los trabajadores.

Este tipo de servicios ayudan a prevenir problemas mentales y psicosociales y promueven un buen bienestar emocional. Está comprobado que ayudan a reducir los efectos del aislamiento y reducir el estrés laboral.

La supervisión y el acompañamiento

Siempre que sea posible, es recomendable que los trabajadores en solitario tengan acceso a una supervisión periódica.

Esto además permite evaluar la efectividad de las medidas de prevención de riesgos laborales.

Pero sobre todo sirve para identificar y resolver cualquier problema que el trabajador pueda estar sufriendo y no se haya detectado anteriormente.

Implantar medidas de seguridad para reducir los riesgos en el trabajo en solitario

Todas las medidas de seguridad deben estar adaptadas al entorno y tipo de trabajo. Y en el caso de un empleado en solitario es especialmente importante.

Podemos destacar algunas de estas medidas:

Planificar rutas seguras

En el caso de trabajos en solitario que impliquen desplazamiento o utilizar vehículos una primera medida es planificar rutas seguras.

Esto permite reducir riesgos desde el momento inicial. También facilita la respuesta rápida en caso de emergencia.

Instalar un sistema de seguimiento

Los sistemas de seguimiento y monitorización permiten supervisar en todo momento. Se trata de dar seguridad a los trabajadores en tiempo real. Esto es importante en trabajos de alto riesgo sobre todo si se hace en espacios confinados o en vehículos.

Se pueden utilizar sensores, cámaras de seguridad y sistemas de alarmas. Todos estos sistemas servirán para prevenir accidentes y permitir una rápida detección e intervención inmediata en caso de accidente.

Revisar y mejorar las normas de seguridad

Siempre surgirán nuevos peligros en los trabajos en solitario. De ahí la importancia de la comunicación y de escuchar a estos trabajadores para incorporar nuevas medidas y normas de seguridad cuando sea necesario.

La revisión periódica de las políticas de seguridad permitirá dar respuesta a nuevas situaciones que no estuvieran contempladas previamente.

La responsabilidad del empresario en la seguridad de los trabajadores en solitario

La legislación vigente establece que el empresario debe garantizar un entorno seguro para sus trabajadores. Esto también se aplica en aquellos puestos de trabajo en los que se realizan labores en solitario. De hecho, es más importante si cabe.

Esto implica asegurar que todas las medidas de prevención de riesgos estén implementadas y que todos los equipos de protección, así como los sistemas de alarma y detección, funcionen correctamente.

La responsabilidad del empleador cubre la seguridad física pero también el bienestar psicológico del trabajador.

Es fundamental que la empresa evalúe de forma continua los riesgos psicosociales y adopte medidas para reducir el estrés laboral y el sentimiento de soledad.

El trabajo en solitario suele ir asociado al aumento del riesgo de un accidente y también a la aparición del estrés laboral.

Para reducir los riesgos del trabajo en solitario implica tomar las precauciones adecuadas y seguir las normas de seguridad en todo momento.

Además, siempre se pueden establecer medidas adecuadas que mejoren la protección, la comunicación y la intervención en caso de una emergencia.

Para evitar el riesgo laboral en trabajos en solitario, prevención y anticipación son la clave.

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