Las agresiones en el trabajo, sobre todo las verbales, producen un daño emocional invisible a los ojos de las empresas. Además impacta en su comunicación interna y en su productividad y esto recae directamente en los trabajadores. Realizar una intervención preventiva frente a ello es un gran reto.
Las agresiones o violencia en el trabajo se presentan cuando alguien es víctima de intimidación, maltrato, insultos, bromas burlonas, discriminación, trato vejatorio, desvalorización de sus tareas o acoso sexual, entre otras, atentando contra la integridad física, psicológica, sexual y social del trabajador.
¿Qué son las agresiones en el trabajo?
Pueden ocurrir dentro o fuera del lugar de trabajo. Suelen incluir amenazas, agresiones verbales e, incluso, terminar por agresiones físicas y homicidios, una de las más grandes causas de decesos asociados con el trabajo. En cualquier forma en que se manifieste, la agresión en el lugar de trabajo es una preocupación creciente tanto para los dueños de las empresas como para los trabajadores.
Las agresiones y sus consecuencias en el trabajo
Las agresiones y el acoso en el trabajo se denuncian poco y tienen una estrecha relación negativa con el bienestar. El motivo de que no se denuncien es que los trabajadores se sienten indefensos frente a la empresa, especialmente si esta no cuenta con herramientas para facilitar una solución a su problema; en muchas ocasiones los procedimientos y políticas de acoso o agresión se inician después de que suceda el hecho, cuando el daño ya está hecho.
Especialmente significativo es este problema en los trabajadores de atención directa al público. El personal sanitario, profesionales de la educación, cuerpos de seguridad, o cualquier otra profesión que requiera tratar directamente con personas, son los grupos más castigados por las agresiones verbales.
Las empresas y organizaciones están sufriendo un aumento considerable en las agresiones a trabajadores, la mayoría de ellas verbales. Pero como aparentemente no son tan peligrosas como las físicas, no se les presta demasiada atención.
Cómo evitar agresiones en el trabajo
Es necesario realizar una correcta evaluación de riesgos psicosociales en el trabajo, con el objeto de valorar las posibilidades de que los trabajadores puedan sufrir agresiones en su puesto de trabajo, tanto procedentes de los clientes como de otros compañeros de trabajo. Además:
- El trabajador poco a poco debe internalizar que es una persona que merece respeto y bajo ningún concepto debe ceder ante las agresiones del acosador. Es importante que el trabajador avise inmediatamente al departamento de recursos humanos de la empresa la situación por la que está pasando.
- Si es necesario el trabajador debe solicitar ayuda legal y psicológica para restablecer la dignidad que su acosador trató de destruir.
- Otra solución para prevenir el daño de futuras agresiones es pasar por acciones preventivas de tipo emocional.
- La empresa debe prevenir estos hechos como factores de riesgo. Por lo cual, es necesario que implemente procedimientos de actuación en caso de que ocurra la agresión.
- También reforzar los códigos de conducta en la organización donde prevalezca la ética y asegurarse de que todos los trabajadores, sin importar su cargo, lo conozcan.
- Además, sensibilizar con campañas y formación a todos los trabajadores de la compañía, sobre los riesgos que implica la agresión en el trabajo y cómo manejar estos casos si llegan a suceder.
- Por último, un trato con respeto, con ética y fomentando la calidad de vida laboral, permitirán en la organización un clima laboral apropiado, donde los trabajadores puedan desempeñarse en un entorno seguro y donde su dignidad sea preservada. Al mismo tiempo se prevengan situaciones para que la imagen de la empresa no se vea afectada.
La presión en el entorno laboral, tiempos de entrega ajustados o grandes cargas de trabajo con propicias a desatar la gran epidemia del siglo XXI y, con ella, maximizar entornos hostiles en los que es más probable sufrir agresiones. ¿Sabes cómo nos afecta el estrés laboral?