La crisis causada por la pandemia del COVID-19 sigue teniendo un fuerte impacto en la vida de la mayoría de las personas: como la disminución del nivel de ingresos, limitaciones de movimiento, riesgo de sufrir una enfermedad potencialmente mortal, duelos por pérdidas, etc.
Enfrentar esta nueva situación supone un desafío para la salud física y mental, ya que ha puesto a prueba la capacidad de adaptación a los cambios de las personas y llevado a que algunas personas sufran de fatiga pandémica. Pero, ¿qué es la fatiga pandémica? ¿En qué consiste este término y cuáles son sus síntomas? ¿Cómo afecta al entorno laboral? Sigue leyendo para saber más.
¿Qué es la fatiga pandémica?
La fatiga pandémica es un estado de agotamiento causado por la situación de la pandemia del COVID-19, que se puede percibir observando el aumento de emociones negativas en las personas que la sufran.
La fatiga pandémica es un término creado recientemente que abarca sentimientos de desmotivación y agotamiento continuos causados por las consecuencias de la pandemia y post pandemia. Los cambios en las relaciones, las restricciones y el cumplimiento de las recomendaciones han hecho que muchas personas experimenten cambios negativos en su salud mental.
En España, solo el año pasado 8 de cada 10 personas han tenido síntomas de fatiga pandémica en algún momento. En el entorno laboral puede ser necesario llevar a cabo una auditoría PRL para conocer el estado mental de los empleados, especialmente aquellos más expuestos a las condiciones negativas de la pandemia.
Síntomas de la fatiga pandémica
Al igual que la fatiga común y otros padecimientos psicológicos, la fatiga pandémica se puede manifestar de diversas formas dependiendo de cada persona. Se considera también fatiga pandémica cuando los sentimientos asociados a la situación se instalan de forma progresiva a medida que la pandemia se prolonga o se instaura la nueva normalidad.
La fatiga pandémica engloba una variedad de emociones que pueden incluir:
- Ansiedad
- Frustración
- Apatía
- Desconfianza
- Desinterés
- Aburrimiento
- Tristeza
- Ira o irritabilidad
- Nerviosismo
- Estrés
- Sentirse cansado o incluso agotado
- Tener problemas para dormir
- Dificultades para concentrarse
- Desmotivación
- Desesperanza
Entre todo ellos, el estrés es una de las causas más habituales de fatiga. El estrés es un mecanismo que se activa en situaciones difíciles y que prepara a una persona para afrontarlas con rapidez y lucidez. Aunque, el estrés constante y prolongado en el tiempo es agotador a nivel físico y mental. Durante la pandemia, la tensión física y emocional constante derivada del estrés se suele convertir en fatiga.
Además, cuanto mayor es el agotamiento, más aumentan la desmotivación, el desgaste físico y el malestar psicológico.
Consejos para afrontar la fatiga pandémica
Ahora más que nunca, es muy importante incorporar un estilo de vida saludable ya que, además de mantener el sistema inmune fuerte, permite manejar mejor el estrés. Por esta razón, es imprescindible comenzar a aplicar los consejos que enumeramos a continuación:
- Hacer deporte de manera regular adaptado a cada edad y estado físico.
- Descansar lo suficiente, sin restar horas al sueño.
- Seguir una dieta saludable, variada y equilibrada que incluya una gran cantidad de frutas y verduras.
- Evitar el tabaco y el alcohol u otras sustancias estimulantes.
- Dedicar tiempo a detectar las emociones negativas y los pensamientos que las originan para transformarlas en positivas y practicar actividades de ocio.
- Manejar inteligentemente el consumo de información sobre el COVID-19.
- Reservar ratos para el entretenimiento, ya que puede ser la mejor terapia.
- Practicar de manera regular actividades como relajación muscular, meditación, mindfulness o yoga, e incluso escuchar música en un entorno tranquilo.
- Fomentar las relaciones personales y apoyo a los demás.
- Evitar, en la medida de lo posible, los hábitos tóxicos o poco saludables.
- Dar importancia a la respiración. Respirar con el diafragma te ayudará a regular los picos de estrés o nervios.