Las razones por las que se realiza un simulacro de incendio en las empresas

Puede que si pensamos en un simulacro de incendio nos vengan a la mente imágenes de películas americanas, pero lo cierto es que este procedimiento es muy común en nuestro país. Además de ser muy necesario y una parte imprescindible en cualquier auditoría de prevención de riesgos laborales. Descubre porqué es tan importante hacer este tipo de actividades preventivas a la hora de comprobar la seguridad de las instalaciones y los recursos disponibles en caso de incendio.

La importancia de hacer simulacros en caso de incendio 

Antes de nada debemos aclarar que hacer un simulacro no es más que simular una situación de emergencia por fuego con el objetivo de estar preparado y saber cómo actuar en caso de que ocurra realmente. Pero ahí radica su importancia. Debemos hacer este tipo de actividades preventivas de manera periódica para tener claro que todos los trabajadores saben lo que tienen que hacer y que las instalaciones de la empresa están lo suficientemente preparadas.

Por otro lado, los simulacros de incendio nos ayudan a determinar aquellos aspectos que deben cambiarse o mejorarse. Así como evaluar lo preparado que está el personal y poder tomar decisiones que implementen el plan de actuación en caso de un fuego real.

Motivos para hacer un simulacro de incendio

Una vez tenemos claro que debemos hacer simulacros de incendio de manera periódica, llega el momento de analizar las razones específicas por las que debemos hacerlos. O dicho de otra manera, los beneficios que nos aporta llevar a cabo simulacros de cara a situaciones de emergencia.

  • Podemos elaborar un plan de emergencia adaptado en caso de incendio.

La manera de actuar en caso de incendio debe estar recogida en el plan de prevención de riesgos laborales de la empresa. Pero lo cierto que si sólo hemos planteado el problema de manera teórica es posible que haya fallos en la práctica. Un simulacro permite ver la eficacia del plan existente y hacer los cambios que sean necesarios en función de los resultados.

  • Nos permite preparar a los trabajadores de la empresa.

Por mucho que informemos a todos y cada uno de los empleados sobre cómo actuar si ocurre un incendio, la mejor manera de prepararlos es que lo experimenten para poder recordarlo si fuera necesario. Además, gracias a los simulacros periódicos podemos recordar los procedimientos para afianzar el procedimiento.

  • Es posible comprobar la seguridad de las instalaciones de la empresa.

De nada sirve que los trabajadores sigan un plan si las instalaciones no están preparadas para afrontar ese procedimiento. Gracias a los simulacros se puede comprobar el estado de las salidas de emergencia y de otro tipo de recursos que permitan minimizar la exposición al fuego.

  • Ayuda a identificar posibles problemas en caso de incendio.

Al comprobar las instalaciones y procedimientos de actuación en caso de que haya fuego en la empresa es posible localizar los problemas y aquellos aspectos que puedan mejorarse para conseguir un plan de evacuación más eficiente.

  • Hace que se pueda mejorar el tiempo de evacuación y conseguir un plan cada vez más seguro.

Cuanto más acostumbrados estemos a los simulacros, más rápido podremos hacer el procedimiento de evacuación. Y por lo tanto podremos optimizar el plan para adaptar todo aquello que ayude a mejorarlo.

¿Cómo hacer un simulacro de incendio?

El procedimiento a la hora de hacer un simulacro de incendio debe estar claro para que pueda hacerse de manera ordenada y sea útil en caso de que haya una emergencia real. Para ello es recomendable seguir los siguientes pasos:

  1. Informar a todo el personal sobre el procedimiento a seguir en función de la emergencia que ocurra: rutas de evacuación, salidas de emergencia, puntos de reunión, etc.
  2. Una vez suene la alarma es imprescindible dejar cualquier actividad y apagar los aparatos eléctricos siempre que sea posible.
  3. Después se deben seguir las rutas de evacuación de manera tranquila usando las salidas de emergencia previstas.
  4. Una vez fuera hay que acudir al punto de reunión.

Una vez acabado el simulacro se debe comprobar que todo el personal ha seguido el protocolo, evaluar el procedimiento y tener en cuenta el tiempo que ha llevado. Con estos datos se puede modificar el plan existente para lograr mejores resultados en caso de emergencia. 

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