PRL para el Sector Agrícola

La agricultura es uno de los sectores más antiguos y básicos de nuestra economía y no está exenta de riesgos. La prevención de riesgos laborales en el sector agrícola es fundamental para proteger la salud y seguridad de los trabajadores. Pero también beneficia a las empresas ya que permite aumentar la eficiencia y productividad de las operaciones agrícolas.

En un entorno de trabajo lleno de maquinaria agrícola el riesgo para los trabajadores es bastante alto. De ahí la necesidad de aplicar medidas preventivas y tener disponibles equipos de protección individual adecuados. También contar con el asesoramiento de una empresa de prevención de riesgos especializada.

La primera barrera de prevención en el sector agrario es la formación del personal con los cursos de prevención de riesgos. Esto permite a los trabajadores operar con seguridad.

Vamos a ver algunas estrategias clave y prácticas recomendadas para mejorar la prevención de riesgos laborales en el sector agrario .

Identificar los riesgos en la agricultura

En muchos casos se suelen minimizar los riesgos en el sector agrícola o pensar que apenas existen. De alguna manera asociamos un riesgo laboral con el trabajo en la construcción o en una nave industrial, por ejemplo. Y pensamos que trabajar al “aire libre” no implica riesgos.

Nada más lejos de la realidad. Hay que pensar que en agricultura los riesgos son altos en especial si no se utilizan adecuadamente los vehículos agrícolas. Presentan un grave peligro al no manejar con seguridad los productos fitosanitarios que se suelen utilizar. También no trabajar en el campo con las botas de goma adecuadas.

Por eso el primer paso es siempre saber identificar los puntos de peligro como primer paso para una efectiva gestión de la prevención de riesgos. Saber identificar los peligros potenciales en el entorno agrícola permite reducir los accidentes y problemas de salud. En especial los derivados de la climatología extrema, la ergonomía inadecuada o las tareas repetitivas o por carga de peso habitual.

Estrategias de prevención y mitigación de riesgos en el sector agrícola

Veamos algunas de las estrategias adecuadas para prevenir y reducir los riesgos en el sector agrícola.

Identificación de los riegos

Uno de los primeros impedimentos a los que nos enfrentamos a la hora de poner en marcha una buena estrategia de prevención en el campo agrícola es identificar los riesgos correctamente.

Aunque esta identificación debe realizarse por especialistas hay que tener en cuenta los puntos negros habituales:

La utilización de maquinaria

En el campo se utiliza maquinaria pesada y esto implica ciertos riesgos. Muchos de los accidentes que se producen en agricultura tienen que ver con un uso inadecuado de estos equipos.

No disponer de los permisos específicos para su conducción o no conducirlas con el calzado adecuado o en situaciones de cansancio por acumulación de trabajo suelen presentar un grave riesgo para los trabajadores del campo.

En ocasiones el riesgo también se presenta por operar sobre la maquinaria agrícola para intentar repararlas o sustituir algunas piezas. Si estas operaciones sensibles se realizan sin la preparación adecuada o la maquinaria específica representa un gran riesgo para la persona que operará sobre ellas.

La presencia de productos químicos

En las explotaciones agrícolas se utilizan una gran cantidad de productos químicos y fitosanitarios como pesticidas, fertilizantes, abonos artificiales, etc.

La alta demanda de producción y calidad en este campo hace que en muchas explotaciones se cambie frecuentemente los productos utilizados. Si no hay una adecuada formación de los trabajadores sobre las características esenciales de cada uno de ellos el riesgo de intoxicación aumenta considerablemente.

Para garantizar que se utilizan este tipo de productos químicos o pesticidas de manera adecuada y reduciendo los riesgos la formación es un punto esencial.

Esto cubre todas las fases de utilización del producto. Desde su transporte y almacenamiento hasta el momento en que se aplica sobre los cultivos o campos sembrados.

Un completo seguimiento de todo este proceso garantizará la seguridad y protección de los trabajadores y una protección del medio ambiente exigida por ley actualmente.

Los riesgos derivados del trabajo al aire libre

El trabajo en el campo se realiza en gran medida al aire libre. Esto implica unos riesgos bastante altos que tienen que ver principalmente con la climatología.

En condiciones adversas de frío, lluvia o granizo el riesgo es evidente a lo que habría que añadir una gran probabilidad de caídas en terrenos resbaladizos. No disponer de un calzado adecuado como botas de goma o similares agrava la situación propiciando las roturas o luxaciones de todo tipo.

También presenta un grave peligro trabajar en épocas de calor sin las correspondientes medidas de prevención. En este sentido hay que tener muy en cuenta lo establecido en el Real Decreto – Ley 4/ 2023 de 11 de mayo. En esta legislación se establecen medidas concretas para la prevención de riesgos en episodios de altas temperaturas.

La deshidratación o los golpes de calor son un peligro constante en el campo al que hay que poner soluciones concretas.

La formación es necesaria

Una vez se detectan y se tienen claros todos estos riesgos en el sector agrario, el siguiente paso es la correcta formación de los trabajadores.

De nada sirve una adecuada identificación de los posibles peligros si no se instruye adecuadamente a los trabajadores del campo. El objetivo es que ellos los conozcan, los sepan identificar con rapidez y poder así evitarlos en todo momento.

Los cursos de prevención específicos para la agricultura son una decisión inteligente para mejorar la prevención de riesgos laborales en el sector agrícola.

El propio Instituto Nacional de la Seguridad Social advierte de que el sector agrícola es uno de los que más siniestralidad presenta en España. En contra de la creencia popular. También advierte que la formación y la realización de cursos específicos es una de las mejores medidas a adoptar. Un punto fundamental para intentar bajar la siniestralidad en el campo.

La importancia de las empresas de prevención en el sector agrícola

Las empresas especialistas en el campo de la prevención de riesgos tienen una misión fundamental en el sector agrícola.

Ellas son las encargadas de implantar sistemas de gestión de seguridad adecuada en base a un análisis de los potenciales riesgos que se presentan. Su ayuda para implantar las estrategias adecuadas para prevenir cualquier problema es básica y esencial.

A lo que hay que unir el papel importante que juegan en la propia formación específica a los trabajadores. Es algo a lo que el propio INSS como forma de reducir la siniestralidad.

Estas empresas colaboran con las empresas agrícolas y trabajadores en el desarrollo de políticas y procedimientos de seguridad específicos y adaptados a cada explotación.

que también colaboran en el desarrollo de políticas y procedimientos de seguridad específicos para cada situación agrícola. Realizan auditorías regularmente para asegurarse de que las medidas adoptadas sean efectivas y estén actualizadas.

Proteger el bienestar de los trabajadores

Dicen que una cadena es tan fuerte como su eslabón más débil. En el campo de la prevención también puede aplicarse esta filosofía. Y en la mayoría de los casos el trabajador es el aspecto que menos se cuida y más sensible a sufrir las consecuencias.

No aplicar políticas de prevención que se basen en sus opiniones concretas puede hacer que no se detecten muchos de los riesgos.

No aplicar medidas como ofrecer los descansos adecuados, poder acceder a agua en épocas de mucho calor o no prestar atención a los aspectos psicosociales del trabajo pueden suponer un grave riesgo para ellos y para la explotación en sí.

Se trata de contar con ellos a la hora de diseñar los planes para reducir los riesgos. Apoyarse en su experiencia y a la vez prestarles la atención adecuada.

La prevención de riesgos laborales en la agricultura es compleja y requiere colaboración a todos los niveles de empresarios, trabajadores y empresas especializadas.

La colaboración adecuada entre estos tres actores principales asegura el diseño de un entorno seguro y productivo en el campo.

Todo para conseguir una mayor seguridad en el sector agrícola y conseguir reducir los altos índices de siniestralidad detectados.

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