Los metales pesados y los efectos en la salud de los trabajadores

Aunque el término “metales pesados” no tiene una definición clara, habitualmente se consideran como tales todos los elementos químicos cuya densidad es superior a 5 gramos por centímetro cúbico

Lejos de ser tóxicos, algunos metales pesados son esenciales para la salud en concentraciones bajas: es el caso del hierro o el zinc, entre otros. Sin embargo, existe un amplio grupo de metales pesados que pueden ser muy peligrosos para la salud de los trabajadores expuestos a ellos. 

Para evitar intoxicaciones y otros problemas, es imprescindible observar en todo momento las recomendaciones en materia de prevención de riesgos laborales, que todos los trabajadores deben conocer: para ello, todos deben realizar el curso básico PRL que les corresponda. 

Mercurio

Hasta hace algunos años, y aún hoy en día en determinados lugares, era habitual que en cada casa hubiera un termómetro de mercurio para medir la fiebre de los enfermos. Estos aparatos han ido cayendo en desuso, ya que el mercurio es uno de los metales más tóxicos que existen.

El mercurio se utiliza en multitud de industrias: plástico, pilas, pinturas, aparatos eléctricos, fluorescentes, etc.

Los trabajadores expuestos a la inhalación de vapores de mercurio suelen presentar síntomas como temblores o gingivitis. En el caso de mujeres embarazadas, se han descrito casos de abortos espontáneos.

Las afecciones provocadas por vapores de mercurio van aumentando de gravedad en función del grado de exposición, desde alteraciones psicológicas y pérdidas de memoria, hasta daños pulmonares e, incluso, la muerte.

Plomo

La intoxicación por plomo suele producirse por inhalación de los vapores del mismo en la industria del metal y puede afectar a la síntesis de la hemoglobina, el funcionamiento de los riñones, el sistema digestivo, las articulaciones y el sistema nervioso.

Si la intoxicación se cronifica, los síntomas pueden llegar a ser mucho más graves: desde dolores musculares, debilidad y dolores de cabeza recurrentes, hasta alteraciones hepáticas y/o renales, neuropatías, encefalopatías, alucinaciones y pérdidas de memoria.

Entre las ventajas del plomo en la industria está que es un material muy maleable y se funde a bajas temperaturas, lo que lo convierte en un material muy apreciado en la fabricación de canalizaciones, así como en las industrias química y de armamentos.

Cadmio

La intoxicación por este metal está especialmente relacionada con los trabajadores, ya que aunque se da absorción mediante el sistema digestivo, esta no pasa del 5% del total, mientras que mediante el sistema respiratorio puede llegar al 50%.

La intoxicación por cadmio está relacionada con problemas renales, cáncer de pulmón y de próstata y casos de osteoporosis. Se trata de un componente habitual en multitud de industrias de distintos sectores.

Cobre

Aunque se trata de uno de los metales necesarios para la salud en bajas concentraciones, es sumamente tóxico en exposiciones prolongadas. En ambientes laborales, se ha descrito la “fiebre del metal”, una especie de gripe causada por inhalación de cobre, que provoca irritaciones en ojos, boca y nariz, vómitos y diarreas, así como dolores de cabeza y estómago. En casos graves, se han encontrado daños irreversibles en riñones e hígado, e incluso fallecimientos.

El cobre es uno de los metales pesados más extendidos en la construcción, donde se utiliza en cableado, sistemas térmicos, estructuras…

Cromo

Otro metal imprescindible para la vida cuando se trata de cromo III, aunque su exceso puede causar trastornos. Sin embargo, el cromo hexavalente o cromo VI, presente, especialmente, en las industrias textil y del acero, puede causar hemorragias nasales tras ser respirado. En exposiciones prolongadas, puede generar daños en el hígado y los pulmones, problemas respiratorios y cáncer de pulmón; además, destruye el funcionamiento del sistema inmune, lo que a su vez facilita la aparición de otras dolencias.

El cromo hexavalente está presente en multitud de procesos industriales: revestimientos, soldadura de aleaciones, curtido de pieles…

Amianto

Aunque ha sido erradicado de la construcción por su alto nivel de toxicidad, aún es posible encontrar amianto en determinadas estructuras anteriores a 1975. La asbestosis, o intoxicación por asbestos (fibras de amianto) se genera por bioacumulación, ya que el organismo es incapaz de eliminar este metal.

La acumulación de amianto genera heridas y cicatrices pulmonares, que progresivamente van mermando la capacidad y el normal funcionamiento de los pulmones (fibrosis pulmonar) que puede derivar en cáncer del pulmón.

Clasificación de los agentes en función de sus propiedades toxicológicas

A la hora de evitar riesgos para la salud de los trabajadores, en especial en el sector industrial, es imprescindible contar con una empresa de prevención de riesgos laborales, capaz de valorar los riesgos a los que los trabajadores se someten en función de la siguiente clasificación:

 

  • Muy tóxico: aquellos que pueden provocar efectos agudos, crónicos o incluso muerte con un pequeño contacto, ya sea inhalación, ingestión o contacto.
  • Tóxico: sustancias y preparados que pueden causar efectos agudos o crónicos o muerte aun en pequeñas cantidades.
  • Nocivo: pueden generar efectos agudos, crónicos o fallecimiento en cantidades algo superiores.
  • Corrosivo: sustancias que generan acción destructiva en tejidos vivos por contacto.
  • Irritante: sustancias no corrosivas que pueden generar reacción inflamatoria por contacto breve, prolongado o repetido.
  • Sensibilizante: sustancias que generan una hipersensibilización, es decir, efectos negativos sobre la persona en una exposición posterior a la misma.
  • Cancerígeno: sustancias que pueden producir cáncer por inhalación, ingestión o contacto cutáneo.
  • Mutagénico: sustancias que pueden producir efectos genéticos hereditarios, ya sea por inhalación, ingestión o penetración cutánea.
  • Tóxico para la reproducción: sustancias que pueden producir efectos negativos en la descendencia o afectar a la capacidad reproductiva del sujeto, ya sea hombre o mujer.

Si tus trabajadores aún no se han formado en prevención de riesgos, recuerda que tienes la opción de facilitarles un curso de prevención de riesgos laborales online, con el que ayudarás a evitar problemas en el centro de trabajo y cumplirás la normativa básica en materia de PRL.

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