Cómo aplicar la inteligencia emocional en el trabajo

¿Sabías que la productividad de una empresa puede aumentar hasta un 20% cuando su equipo sabe aplicar correctamente la inteligencia emocional en el trabajo?

Y es que las personas que saben cómo gestionar las emociones y que cuentan con un alto nivel de inteligencia emocional disfrutan de muchas ventajas, también en el entorno laboral.

¿Quieres saber cómo la inteligencia emocional te puede ayudar a crear un ambiente de trabajo saludable y a mejorar tu capacidad de comunicación y tu rendimiento laboral? Te lo contamos todo en este artículo, ¡sigue leyendo!

Para qué sirve la inteligencia emocional

Daniel Goleman es un psicólogo, antropólogo, escritor y periodista estadounidense, reconocido por sus estudios sobre este tema. Su obra Inteligencia Emocional, publicada en 1995, lanzó a la fama esta disciplina a nivel mundial.

Según Goleman, los individuos que cuentan con una alta inteligencia emocional son personas capaces de reconocer, gestionar y adaptar sus emociones a las necesidades de cada circunstancia, a la vez que tienen la capacidad de reconocer las emociones de los demás y de responder de manera asertiva a ellas.

Alegría, miedo, decepción, ira, tristeza, sorpresa… El torrente de emociones que vivimos a diario, en todos los ámbitos de nuestra vida, no siempre es fácil de manejar. Son la respuesta natural ante un estímulo, y aunque no siempre se verbalizan, cumplen funciones tan importantes como la función de protección y socialización.

Por tanto, la inteligencia emocional sirve para percibir, reconocer y valorar las emociones propias y ajenas, para saber regularlas y expresarlas de forma adecuada, según cada contexto.

Nos da la capacidad de automotivarnos, de tolerar la frustración, de controlar nuestros impulsos, mostrando empatía y ayudándonos a escoger la mejor vía ante cada problema o situación.

En la actualidad, la inteligencia emocional en el trabajo es una de las capacidades más valoradas y demandadas por las empresas. Un equipo capaz de utilizar de forma correcta las habilidades emocionales conseguirá desarrollar mejor su labor profesional.

Beneficios de la inteligencia emocional en el trabajo

El capital humano de una empresa es su valor principal. Por ello, aplicar la inteligencia emocional en el trabajo es fundamental para mejorar tanto las relaciones en el entorno laboral como el rendimiento de la empresa.

Timothy Gallwey, autor cuya obra se centra en el desarrollo de la excelencia personal y profesional, estableció una sencilla ecuación para poder calcular el rendimiento conseguido en nuestra vida personal y laboral:

Rendimiento = Potencial – Interferencias

¿Qué significa esto? Pues que cuantas más competencias emocionales tengamos, sufriremos menos interferencias negativas y alcanzaremos un mayor rendimiento. Y al contrario, la falta de inteligencia emocional conlleva consecuencias sociales y laborales negativas.

Las empresas que utilizan técnicas de inteligencia emocional consiguen muchos beneficios:

  • Una mejora de la comunicación entre los empleados y con los clientes
  • La promoción del trabajo en equipo
  • Una mayor productividad y un mayor número de ventas
  • Un buen clima laboral, que se refleja en la estabilidad y la satisfacción de sus empleados
  • Una mejora en el manejo de las situaciones complicadas y un menor número de accidentes laborales
  • Un mejor servicio de atención al cliente

Cómo afecta al ambiente laboral

El ambiente laboral nos encara a continuos desafíos, retos y cambios. Si no estamos listos para manejarlos nos enfrentaremos a efectos negativos tales como la baja autoestima, el estrés, la disminución del rendimiento o unas malas relaciones laborales.

Saber adaptarnos a los cambios, gestionar la frustración, mostrarse flexible o mantener una comunicación asertiva son algunas de las habilidades sociales que resultan muy útiles para mejorar el ambiente laboral.

En una empresa donde se trabaja la inteligencia emocional se tiene más empatía, se reflexiona y se escucha mejor y se resuelven los conflictos con más eficacia, logrando un entorno laboral saludable.

Cómo aplicarla en el trabajo

Para algunas personas la buena gestión de las habilidades sociales es algo natural, pero existen muchas aspectos sobre los que todos podemos trabajar para poder mejorar nuestra gestión emocional

¿Quieres saber cómo aplicar la inteligencia emocional en el trabajo para mejorar tu rendimiento y tu relación laboral? Estos 5 consejos te ayudarán.

1. El autoconocimiento.

Conocerse a sí mismo es el primer paso para aumentar la inteligencia emocional. Tomar consciencia de nuestros sentimientos, reconocer los puntos débiles de nuestras emociones y observar cómo nos afectan a nosotros mismos y a los demás, es un buen punto de partida.

2. La autorregulación

De nada sirve identificar nuestras emociones si luego no somos capaces de gestionar esos sentimientos. Pensar antes de actuar, buscar el equilibrio y buscar técnicas que nos ayuden a lidiar con el estrés y las emociones negativas nos será de gran ayuda.

3. La empatía

Una persona emocionalmente inteligente es capaz de ponerse en el lugar de los demás. Analiza cómo es la relación con tus compañeros, tus clientes y tus jefes.

4. Las habilidades sociales

Establecer vínculos y estrechar lazos con el resto de tus compañeros es beneficioso tanto para tu bienestar personal como laboral.

5. La motivación

Conviértete en tu mejor aliado. Mantener una actitud positiva, enfocarte en los aspectos de tu trabajo que más te gustan y asumir nuevos retos te ayudará a sentirte más eficaz y válido en tu puesto de trabajo.

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