Los agentes biológicos se definen en el artículo 2 del Real Decreto 664/199, de 12 de mayo, la normativa que hace referencia a la protección de los trabajadores contra los riesgos relacionados a la exposición de agentes biológicos durante el trabajo: “los microorganismos, con inclusión de los genéticamente modificados, los cultivos celulares y los endoparásitos humanos, susceptibles de originar cualquier tipo de infección, alergia o toxicidad”.
Esto significa que los agentes biológicos son seres vivos microscópicos que pueden causar daño a humanos, como los virus, las bacterias, los parásitos, los hongos, los cultivos celulares y los agentes transmisibles no convencionales.
De la misma forma, también los podemos definir, como sustancias secretadas o liberadas con capacidad dañina para los seres humanos, como por ejemplo: endotoxinas, micotoxinas, exotoxinas, glucanos, ergosterol, etc. Esto siempre y cuando su presencia en el ambiente laboral se deba a la presencia del agente biológico que la produce.
Cómo se clasifican los agentes biológicos
Desde el punto de vista de prevención de riesgos laborales y la vigilancia de la salud, los agentes biológicos se pueden clasificar por especies y por su peligrosidad.
Por especies
- Bacterias. Las bacterias son organismos unicelulares simples. Sus vías de contagio principales son las heridas y la ingestión de alimentos infectados. Algunas enfermedades causadas por bacterias son: la tuberculosis, tétanos, salmonelosis, entre otras.
- Virus. Son agentes parásitos, mucho más pequeños que las bacterias. Deben asociarse a una célula para poder producirse y no son capaces de crecer o multiplicarse fuera de ella. Son enfermedades producidas por un virus la hepatitis vírica, la rabia, la poliomielitis y la meningitis, entre otras.
- Hongos. Son formas complejas de vida que presentan una estructura vegetal. Viven en el suelo, pero algunos son parásitos tanto de animales como de vegetales, ya que no pueden sintetizar proteínas por sí solos. Producen principalmente enfermedades como pie de atleta, tiña, candidiasis, etc. Suelen manifestarse a través de la piel.
- Parásitos. Son organismos animales que desarrollan algunas fases de su ciclo de vida en el interior del organismo humano, del que se aprovechan sin beneficiarlo. Algunas enfermedades que producen son: la malaria, la bilharziasis, etc.
Por su peligrosidad
Para clasificar a los agentes biológicos, se tienen en cuenta los siguientes criterios:
- Grado de infestación.
- Facilidad de propagación de la enfermedad.
- Existencia o no de posible vacuna o tratamiento.
En función de esto hay cuatro grupos de agentes, que responden a cuatro niveles según su grado de peligro para el ser humano.
- Grupo 1. Es aquél que resulta poco probable que cause una enfermedad en el ser humano.
- Grupo 2. Es aquél que puede causar una enfermedad en el ser humano y supone un riesgo de enfermedad para los trabajadores, siendo poco probable que se presenten contagios y existiendo generalmente un tratamiento eficaz.
- Grupo 3. Es aquél que puede causar una enfermedad grave en el ser humano y presenta un nivel de riesgo alto para los trabajadores, ya que se pueden presentar contagios y normalmente existe un tratamiento eficaz.
- Grupo 4. Es aquél que puede causar una enfermedad grave en el ser humano. Supone un serio riesgo para los trabajadores, con muchas posibilidades de que se presenten contagios y sin que exista un tratamiento eficaz.
Tipos de agentes biológicos por definición
En el RD 664/1997 del 12 de mayo sobre Protección a los trabajadores contra los riesgos, relacionados con la exposición a agentes biológicos, durante el trabajo. Se contempla la clasificación de agentes biológicos por definición:
- Los microorganismos, con inclusión de los genéticamente modificados. Se incluyen los virus y organismos unicelulares, como bacterias, algas y hongos.
- Los organismos pluricelulares animales y vegetales como artrópodos, insectos, helmintos, arácnidos, etc., y plantas como los cereales. Algunos de ellos son endoparásitos humanos.
- Los cultivos celulares.
- Los contaminantes biológicos que no son organismos vivos, derivados de animales, como excrementos, restos cutáneos (pelos, plumas), sustancias antigénicas (enzimas, proteínas) y larvas de pequeños invertebrados. Y los derivados vegetales, como el polen, polvo de madera y de otras formas vegetales, esporas fungidos, micotoxinas y sustancias como los antibióticos.
Medios de transmisión
- A través del agua de la red de abastecimiento y el agua de uso industrial. Hábitat idóneo de las bacterias.
- El aire, donde se encuentran agentes biológicos en suspensión, como los bioaerosoles es el mejor medio de transmisión de los mismos.
- El suelo, porque en él se encuentran gran variedad de organismos vivos con capacidad infectiva.
- Los animales domésticos o salvajes.
- Los materiales, materias primas de la industria alimentaria, como carnes, frutas, verduras o pescado. En la industria textil, como lana o algodón. En la industria farmacéutica, laboratorios y fluidos biológicos, transformación de metales, como aceites lubricantes y fluidos refrigerantes, entre otros.
El principal problema de los agentes biológicos es que cuando afectan a un ser humano este desencadena una enfermedad alterando su salud de manera significativa. Por lo tanto, es importante aplicar medidas de prevención por riesgo biológico tanto a nivel individual como colectivo.