La exposición al sílice en el entorno laboral es un riesgo bastante grande que amenaza a la salud de los trabajadores.
El dióxido de silicio, SiO₂, está presente en materiales como el granito, la arena y el cuarzo. Estos materiales pueden liberar polvo respirable de sílice durante actividades como el corte, la perforación o la molienda.
La inhalación de polvo de sílice puede provocar enfermedades graves. Tal es el caso de la silicosis crónica, una enfermedad pulmonar irreversible y potencialmente mortal.
El peligro de la exposición al polvo de sílice
El dióxido de silicio (SiO₂) es uno de los minerales más abundantes en la corteza terrestre.
Cuando se manipulan materiales que lo contienen, se genera polvo respirable de sílice cristalina. Son diminutas partículas de sílice y pueden penetrar profundamente en los pulmones al ser inhaladas.
Esta inhalación de polvo puede causar inflamación del tejido pulmonar. Esto reduce la función pulmonar y aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades graves.
Enfermedades profesionales asociadas
La silicosis crónica es una de las principales enfermedades profesionales relacionadas con la exposición al sílice.
Esta enfermedad se desarrolla tras años de exposición y puede progresar incluso después de terminar la exposición.
La exposición al sílice está clasificada por la IARC como un agente carcinógeno, aumentando el riesgo de cáncer de pulmón.
En España, el Real Decreto 665/1997, modificado por el Real Decreto 1154/2020, establece los límites de exposición laboral a agentes cancerígenos. Entre ellos se incluye el polvo respirable de sílice cristalina.
Este marco legal obliga a las empresas y empleadores a evaluar y controlar la exposición al sílice. También les obliga a implantar medidas preventivas adecuadas.
Cómo se calcula la exposición al sílice
Saber cómo se calcula la exposición al sílice es fundamental para implementar medidas de control efectivas.
Para ello se utilizan métodos de muestreo y análisis para medir la concentración de polvo respirable de sílice en el aire. A la hora de hacer este tipo de mediciones hay que tener en cuenta factores como la duración de la exposición y la concentración de partículas de sílice.
Estas evaluaciones ayudan a identificar tareas que supongan exposición al polvo y a establecer estrategias para reducir la exposición.
Implementar medidas a tener en cuenta para la prevención de riesgos químicos es fundamental para proteger la salud de los trabajadores.
Entre este tipo de medidas podrían incluirse:
- Sustituir materiales que contienen sílice por alternativas menos peligrosas.
- Utilizar sistemas de ventilación y extracción local para controlar el polvo respirable de sílice.
- Proporcionar equipos de protección personal adecuados a los trabajadores. Entre estos equipos pueden estar las mascarillas con filtros específicos, por ejemplo.
- Dar formación continua sobre los riesgos asociados y las medidas preventivas.
La prevención de la silicosis
Saber cómo prevenir la silicosis es importante y necesario para evitar esta grave enfermedad.
Para ello habrá que implantar en el entorno laboral las estrategias adecuadas para reducir los riesgos.
Una posible serie de acciones para reducir el riesgo incluye:
- Identificar y evaluar las tareas que supongan exposición al polvo.
- Implantar controles para reducir la generación de polvo.
- Hacer un control regular de los niveles de polvo respirable de sílice en el ambiente laboral.
- Hacer exámenes médicos periódicos para detectar signos tempranos de enfermedad pulmonar.
La importancia de la formación
La formación de los responsables de prevención y de los propios trabajadores es otra de las estrategias fundamentales.
Preparar y concienciar a los trabajadores para protegerse es una herramienta poderosa para prevenir riesgos laborales.
Para ello hay que capacitar a los trabajadores sobre los peligros de la exposición al sílice. Explicarles las medidas preventivas adecuadas e instruirlos en el uso correcto de los equipos de protección.
Esta estrategia puede ser de gran ayuda para la prevención de estas enfermedades. Los propios trabajadores se convertirán en la primera barrera de protección.
Reducir los riesgos de la exposición al polvo de sílice
La exposición al sílice en el entorno laboral es un riesgo serio que puede llevar a una enfermedad profesional crónica y permanente.
Por eso requiere atención y acción. Para ello hay que implementar medidas preventivas, cumplir con la legislación y normativa vigentes y fomentar una cultura de seguridad en la empresa.
Estos son pasos esenciales para proteger la salud de los trabajadores.
En EUCA, estamos comprometidos con la formación y la prevención ofreciendo programas especializados para reducir estas amenazas.
