El año pasado en España hubo más de 1.194.000 accidentes laborales. De hecho, casi 625.000 derivaron en una baja laboral y otros 570.000 no llegaron a ese extremo. Las cifras nos demuestran que este hecho sigue siendo un grave problema y que es necesario trabajar para evitar accidentes de trabajo y reducir esas cifras.
Algunos tipos de accidentes de trabajo tienen tal gravedad que da inicio a un proceso judicial. Gracias a ello el trabajador finalmente recibirá una indemnización por el accidente de trabajo.
Hoy vamos a abordar una cuestión fundamental en estos casos: saber cómo se establecen las indemnizaciones correspondientes en estos casos.
Dejando claro que hablamos de una indemnización por accidente laboral tanto si el trabajador sufre un accidente laboral en las instalaciones de la empresa como si tiene un accidente de tráfico in itinere. Esto no se aplica en el caso de enfermedad ocupacional o profesional cuyo proceso es distinto.
Estas indemnizaciones o compensaciones se calculan con unos baremos establecidos y se reciben cuando el trabajador ha recibido el alta médica.
En cambio si las secuelas del accidente no se pueden solucionar se convierte en una Incapacidad Permanente que puede ser incapacidad permanente parcial, total, absoluta o gran invalidez en función del grado.
Las protecciones ante los accidentes de trabajo
Cuando un trabajador sufre un accidente de trabajo se activan unas medidas de defensas y derechos para protegerlo. También para intentar compensar los daños permanentes o temporales que esto pudiera ocasionar.
Prestaciones de la Mutua. Por ejemplo la baja médica, indemnizaciones por lesiones permanentes no invalidantes y/o incapacidades permanentes.
Extra a las prestaciones. La empresa está obligada a pagar un suplemento en las prestaciones. Esto ocurre si el accidente se produce por falta de medidas de seguridad adecuadas. A esto hay que añadir unas mejoras voluntarias que la misma empresa puede aplicar o establecidas en Convenio Colectivo.
Las indemnizaciones por responsabilidad. Depende de la responsabilidad civil o penal del empresario en el accidente, existe la posibilidad de conseguir una indemnización adicional por haber sufrido el accidente.
La responsabilidad civil de la empresa en un accidente de trabajo
Existe la posibilidad de presentar una demanda a la empresa si por acción u omisión esta ha contribuido a que los daños sean mayores. Es lo que se considera la responsabilidad civil de la empresa.
Se trata de que el trabajador solicita una compensación o indemnización adicional mediante las acciones legales civiles correspondientes. Si se puede demostrar que la empresa ha actuado con negligencia los juzgados pueden imponer estas indemnizaciones.
También puede demandarse en el caso de que la empresa haya hecho omisión de prevención de riesgos laborales. En este caso la empresa ha incumplido alguna medida en materia de seguridad y prevención. Es un tema peligroso que ha derivado en el accidente de trabajo o ha hecho que los resultados sean más graves.
Se puede demandar y solicitar estas indemnizaciones también por los perjuicios estéticos que el trabajador pudiera haber sufrido. Esto implica mayores gastos y molestias por nuevas intervenciones quirúrgicas o psicológicas en el futuro. Por eso el trabajador tiene derecho a recibir una indemnización compensatoria.
Esta vía permite a los afectados obtener una reparación económica por los perjuicios sufridos que excedan lo cubierto por las prestaciones regulares.
Reclamar los daños y perjuicios tras un accidente
Una vez que se ha producido el accidente el trabajador tiene un año de plazo para presentar las demandas correspondientes. Pero ese plazo comienza a contabilizar desde la fecha en la que se emite la resolución que determina el origen y el grado de incapacidad permanente del trabajador.
Esto permite que el afectado tenga tiempo suficiente para evaluar el alcance total de sus lesiones. Se pueden ver las consecuencias a largo plazo antes de proceder legalmente contra la empresa por responsabilidad civil.
La compensación durante la baja
Si tras el accidente el trabajador ha sufrido lesiones habrá una baja médica por incapacidad temporal. Aunque aquí no se recibe una indemnización todavía, si existe una prestación que corresponde al 75% de la base reguladora. Aunque en algunos convenios esto se compensa hasta el 100% de la base.
Será la Mutua correspondiente quien paga esa baja y además se encarga de supervisar la evolución.
Al terminar la baja laboral la Seguridad Social puede otorgar una indemnización por lesiones permanente no invalidantes (LPNI). Suelen ser aquellos problemas como mutilaciones o alguna deformidad física que siendo un perjuicio para el trabajador no le impide seguir realizando su trabajo.
El recargo de prestaciones por omisión de medidas de seguridad
En el caso de accidentes en los que se demuestra que la omisión de medidas de seguridad ha tenido consecuencias para la integridad física del trabajador existe una posibilidad de prestación adicional.
Esto aumenta la cuantía que recibirá el trabajador cada mes y el pago lo tiene que asumir el empresario.
Aunque no es una indemnización en el sentido estricto puesto que no se trata de un pago único.
Tanto si es temporal como permanente la cantidad varía entre el 30% y el 50% del valor de la prestación.
Esta cantidad se ajusta en función de la gravedad del incumplimiento preventivo y el nivel de riesgo de la actividad. También se tiene en cuenta las circunstancias concretas que hayan contribuido a que se produzca el accidente.
Como puedes ver, las compensaciones por accidentes laborales no se limitan a indemnizaciones directas. También incluyen una variedad de mecanismos de apoyo para el trabajador.
