Uno de los mayores inconvenientes que podemos encontrarnos en el trabajo es el exceso de ruido que puede ser causado bien por el propio ambiente o bien por el puesto de trabajo que se desempeña.
La contaminación acústica es la existencia en el ambiente de oscilaciones o ruidos, que provoca incomodidad, desagrado y molestia, ocasionando un daño para las personas. Tomar medidas preventivas frente al ruido evitará que se perjudique el desarrollo de las tareas y labores, ganando en productividad y especialmente, en salud laboral.
Cómo influye la contaminación en nuestro desarrollo laboral
El hecho de estar expuestos en el trabajo a un nivel de ruido, con vibraciones y oscilaciones continuas hace que el ambiente laboral se vea perjudicado. Crea una situación de malestar en los trabajadores y a su vez, problemas de audición severos con pérdida parcial o total.
Por ello todas las empresas donde la exposición al ruido es muy significativa es fundamental realizar una evaluación de riesgos laborales rigurosa para proteger a los trabajadores.
La contaminación acústica es, hoy en día, un riesgo profesional que debe tenerse muy en cuenta en cualquier plan de prevención. Y que además está sujeto a muchas demandas con enormes indemnizaciones por la pérdida auditiva causada en el entorno laboral.
Medidas preventivas para reducir el ruido
El Instituto Nacional de Seguridad e Higiene del Trabajo establece 10 medidas preventivas para reducir el ruido en el ámbito laboral y que toda empresa de prevención de riesgos laborales en Madrid conoce al detalle:
- Reducir el ruido al máximo. Si no se puede, medir el ruido durante 8 horas y según los decibelios a los que se expone el personal laboral se deben implantar medidas preventivas. Debe estar entorno a los 80 (dB) y los 140 (dB)
- La empresa debe realizar reconocimientos médicos periódicamente. Además debe informar a los trabajadores de los riesgos y facilitar protectores si así lo solicitan.
- Si supera los 85 (dB) es obligatorio suministrar protección adecuada a los trabajadores.
- Si los dB están entre los 90 (dB) y los 140 (dB) deberán señalizar y advertir la zona de trabajo, así como asegurarse de que se llevan los protectores auditivos necesarios para realizar adecuadamente su trabajo.
- La empresa debe estudiar la manera de reducir el ruido cambiando o adaptando la actividad a desarrollar y utilizar medidas para evitar los ruidos como es el caso de materiales cayendo, del aire comprimido etc.
- La maquinaria con la que se trabaja debe favorecer el menor ruido posible y si no ver de qué manera se pueden sustituir por otras que causen menos o poner pantallas para reducirlo al máximo posible.
- Si tras estudiar todas estas medidas, no se puede reducir el ruido, el trabajador deberá reducir su tiempo laboral expuesto vía rotación de puestos o mediante pausas prolongadas
- Se debe conseguir que el personal expuesto sea el mínimo necesario para que haya el menor número posible de trabajadores afectados.
- Evitar el uso de cascos de radios y/o reproductores de música en lugares de trabajo con exceso de contaminación acústica.
- Por último, de manera puntual, se pueden usar tapones u orejeras siempre a cargo del empresario pagador.
En definitiva, se debe eliminar o reducir al máximo la exposición a las vibraciones y ruidos. Además se tiene que proporcionar equipos de protección individual al colectivo expuesto, seguir estudiando posibles medidas preventivas frente al ruido con maquinarias menos ruidosas y acotar el periodo de exposición.
De esta manera podremos trabajar y desarrollar nuestro trabajo de una manera más segura y eficaz.