Todos hemos mencionado alguna vez la electricidad estática cuando se nos ha quedado una pelusa pegada a la mano o nos ha dado un calambre al tocar algo, pero ¿realmente este fenómeno es peligroso? Se trata de una acumulación de un exceso de energía en un material determinado que hace que pueda saltar una chispa al tocar otro. Es muy habitual que ocurra en las oficinas y en determinados casos puede suponer todo un problema. Vamos a hacer un repaso a cómo controlar la electricidad estática para que, en la medida de lo posible, podamos evitar su presencia en lugares de trabajo.
¿Dónde se origina la electricidad estática?
Para poder saber cómo evitar la estática en la oficina antes de nada tenemos que saber de dónde sale. Este es un tema que vemos en profundidad en el curso PRL electricidad, pero es posible resumirlo para poder comprender este fenómeno.
Resulta curioso pero en realidad somos nosotros mismos los que causamos este fenómeno. Cuando el cuerpo humano tiene una acumulación de carga positiva y se pone en contacto con objetos con carga negativa es cuando se ocasiona el chispazo. Sin embargo, la presencia de electricidad estática en el cuerpo aumenta cuando se dan determinados factores:
- Cuando la persona se encuentra en movimiento.
- Al tocar materiales que tienden a acumular carga estática.
- En espacios en los que la humedad ambiental es baja. Los ambientes secos facilitan los problemas de cargas eléctricas. En el caso del trabajo habitualmente esto tiene que ver con un mal funcionamiento del aire acondicionado.
- Estando en contacto con suelos que no son aislantes como alfombras o moquetas.
- Al llevar ropa fabricada con fibras sintéticas.
Riesgos de la electricidad estática
El exceso de energía estática tiene como principal efecto secundario la presencia de pequeñas descargas eléctricas constantes. Aunque es cierto que en un trabajo de oficina puede no suponer un gran riesgo, a la larga crea un ambiente de trabajo negativo que influye en el rendimiento de los trabajadores. Por no hablar de lo que puede ocurrir en puestos con riesgos añadidos como atmósferas explosivas o trabajos en altura.
En cualquier caso es imprescindible incluir la presencia de energía estática dentro del plan de prevención de riesgos laborales de cualquier empresa, ya que su presencia supone que algo no está funcionando correctamente.
Medidas de prevención para evitar la acumulación de electricidad estática
Las acciones que se pueden llevar a cabo para reducir la electricidad estática en los lugares de trabajo son muchas. Vamos a ver las más importantes, aunque si te interesa profundizar en el tema te recomendamos nuestro curso PRL básico.
Adaptar los puestos de trabajo.
Esto implica conseguir un entorno con capacidades antiestáticas mediante la aplicación de las siguientes medidas:
- Utilizar elementos con propiedades antiestáticas como sillas, mesas o reposapiés específicos.
- Instalar suelos técnicos hechos con materiales aislantes y retirar moquetas.
Llevar un control de la humedad del ambiente.
Para ello es necesario aplicar tratamientos humidificadores en ambientes secos, ya que una humedad de más del 50% reduce considerablemente la electricidad estática acumulada.
Ofrecer medidas preventivas a nivel individual.
Ya que somos las personas las que nos encargamos de acumular y transmitir este tipo de energía, es recomendable seguir ciertas pautas para reducir los calambres.
- Cambiar los uniformes sintéticos por otros confeccionados con materiales naturales.
- Utilizar crema hidratante para evitar la sequedad de la piel.